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hlvidela2007

EX EMPLEADOS DE BANCO PREVISION Y MENDOZA

 

INVESTIGACIÓN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué sucedió con los ex trabajadores de los Bancos de Mendoza  y Previsión Social de la década del noventa en Tunuyán?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

JUSTIFICACIÓN

 

        Ha pasado más de una década desde que se privatizaron los Bancos de Mendoza y Previsión Social y creemos que para nuestro Departamento, tal hecho repercutió muy fuerte en nuestra sociedad, incluso se modificó sustancialmente el sistema de crédito en la zona, porque las reglas cambiaron y los empresarios, productores y empleados en general  debieron reformular los procedimientos para volver a obtener créditos, creemos que saber qué pasó con los empleados es un buen punto de partida para saber qué sucedió con el personal de los Bancos antes mencionados,  en Tunuyán y además dejar esta propuesta para seguir averiguando el impacto que provocó tal medida en lo social y económico entre los tunuyaninos.

 

 

 

 

 

 

 


OBJETIVOS

 

         Indagar en Tunuyán las situación actual de los ex - empleados de los Bancos Provinciales Previsión y Mendoza.

         Averiguar a través de sus relatos los sucesos que derivaron en la privatización.

         Entender las vivencias y sensaciones que tuvieron que afrontar con los despidos y retiros.

        

        

          

        


Marco teórico

Trabajo Definición

·        Acción de trabajar.  Esfuerzo humano aplicado a la producción de la riqueza. Se usa como oposición de capital.

                                                    Internet www.definicion.org/trabajo

. Socialmente: El trabajo entendido como actividad transformadora de la Naturaleza por el ser humano constituyó el eje central de las teorías socialistas desarrolladas en el siglo XIX, y especialmente en la teoría de Marx quien recogió el criterio de Saint-Simon acerca de que el trabajo fue el factor básico que permitió al hombre primitivo superar su estadio de animalidad. En Marx, la forma en que se organiza el trabajo en un grupo humano configura el modo de producir los bienes necesarios para el abastecimiento de aquél, y por otra parte permite definir una formación social. En las sociedades primitivas el trabajo se desarrolló entre individuos socialmente iguales, admitiendo los modernos estudios antropológicos la existencia de una división técnica del trabajo que no comportaba necesariamente la formación de jerarquías, pudiendo hablarse en tales casos de sociedades comunistas (comunitarias, colectivistas, etc.) Con el modo de producción esclavista.(Egipto, Mesopotamia, Grecia Roma, etc.) se institucionalizó la división social del trabajo; resultado de lo cual fueron unas formaciones sociales jerarquizadas (esclavos, patricios, plebeyos). En el feudalismo el trabajo fue considerado como una función social de las categorías más bajas. (artesanos, siervos etc.) y en consecuencia despreciado por los estamentos dominantes (el clero, dedicado a la cultura, y la nobleza dedicada a las actividades militares). Con la introducción del capitalismo se recuperó la idea del trabajo como actividad social fundamental, y la burguesía lo dignifica por ser fuente de riqueza. Sin embargo el capitalismo industrial comportó una extrema división social del trabajo y desde mediados del siglo XIX la sociedad se estratificó en clases definidas por su posición respecto a los medios de producción o de trabajo. En las sociedades que actualmente se denominan socialistas impera asimismo esta  división social del trabajo sin que se vislumbre la posibilidad de su eliminación que aparece más y más vinculada a las concepciones productivistas.

                                                     Océano Color Diccionario Enciclopédico Universal Edición 1994 Tomo 6 Pág. Trabucar col. 2

 

 

 

 

Contexto Sociohistórico

       

        La gran transformación 1989-1999 en Argentina

 

            Ajuste y reforma: Lo nuevo no era la crisis sino su violencia y espectacularidad. Para enfrentarla existía una receta genérica, que a lo largo de la década del ochenta se había instalado en el sentido común de economistas y gobernantes de todo el mundo: facilitar la apertura de las economías nacionales, para posibilitar su adecuada inserción en el mundo globalizado y desmontar los mecanismos del Estado interventor  y benefactor, tachado de costoso e ineficiente. En el caso de la Argentina, y de América Latina en general esas ideas habían decantado en el llamado consenso de Washington; las agencias del gobierno norteamericano y las grandes instituciones internacionales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial transformaron estas fórmulas en recomendaciones o exigencias, cada vez que venían en ayuda de los gobiernos para solucionar los problemas coyunturales del endeudamiento. Economistas, asesores financieros y periodistas se dedicaron con asiduidad a difundir el nuevo credo, y gradualmente lograron instalar estos principios simples en el sentido común.  Su éxito coincidió con la convicción generalizada de que la democracia por sí sola no bastaba para solucionar los problemas económicos.

 Menem del Partido Justicialista ganó las elecciones en 1989 y ante la situación económica  de ese momento que atravesaba el gobierno de Alfonsín con el desorden social y la hiperinflación, el Presidente electo asumió anticipadamente su mandato. Pronto sacrificó una buena parte del bagaje ideológico y discursivo del peronismo.

 Carlos Menem fue fiel a lo más esencial del PJ, el pragmatismo. En un giro copernicano, anunció en forma apocalíptica que era necesaria una “cirugía mayor sin anestesia” , se declaró partidario de la economía “popular” de mercado, y abjuró del “estatismo”, alabó la “apertura”, proclamó la necesidad y la bondad de las privatizaciones y se burló de quienes se habían quedado en el 45.

 Durante los dos años iniciales, mientras trataban de superar la crisis, la inflación y la inestabilidad, Menem y sus colaboradores directos estuvieron dando “examen” ante los mercados. Lo primero era ganar la libertad de acción y sortear las trabas que limitaron a Alfonsín. Aprovechando el descalabro del radicalismo, apenas iniciado el  gobierno, Menem hizo aprobar por el Congreso dos grandes leyes: le de Emergencia Económica, suspendía todo tipo de privilegios, subsidios, y regímenes de promoción, y autorizaba el despido de empleados estatales. La ley  de Reforma del Estado declaró la necesidad de privatizar una extensa lista de empresas estatales y delegó en el presidente elegir la manera específica de realizarlas. Poco después el Congreso autorizó la ampliación de los miembros de las Corte Suprema de Justicia con cuatro nuevos jueces el gobierno se aseguró la mayoría y aventó la posibilidad de un  fallo adverso  en cualquier caso litigioso que generaran las reformas.

 Desde el punto de vista de los trabajadores, y de la histórica tradición del pleno empleo, no había alternativa buena. Si las empresas quebraban, dejaban a todo el mundo en la calle; si mejoraban su rendimiento, incorporaban maquinaria más compleja –aprovechando los créditos fáciles- o racionalizaban el trabajo, se llegaba al mismo punto, trabajadores que sobraban. En este aspecto fue decisiva la flexibilización de las condiciones laborales, se produjo de hecho y posibilitó la baja capacidad de resistencia de las organizaciones sindicales que cuando recurrieron a la huelga fueron ominosamente derrotadas.

 Con los Gobiernos provinciales se firmó un Pacto Federal, para que acompañaran la política de reducción de gastos, pero se tuvo una amplia tolerancia con una serie de recursos que esos gobiernos utilizaban para paliar los efectos del ajuste y practicar el clientelismo político.

Romero, Luis A.

 “Breve historia contemporánea de la Argentina”

Pp 269-276

Fondo de Cultura Económica

Segunda Edición Año 2001

 

                       


DESARROLLO

 

            El presente trabajo de investigación fue realizado en la Ciudad de Tunuyán utilizando la estrategia de muestreo probabilístico tratando que el mismo represente verdaderamente a la población encuestada. Es decir personas seleccionada al azar que desempeñan o desempeñaron funciones en instituciones bancarias de la zona, conocidas por su larga trayectoria. El mismo se elaboró con documentos personales, materiales reveladores de aspectos ideográficos de la existencia de esto actores sociales que nos permitieron acceder a valiosa información sobre la estructura, la dinámica y el funcionamiento de la vida mental de estos sujetos. 

         Del cien por cien de los entrevistados, el setenta y uno por ciento trabajaban en el “Banco de Previsión Social”, mientras que el veintinueve por ciento restantes lo hacía en el “Banco de Mendoza”.  Tales entidades puntualizaban, focalizaban y satisfacían las necesidades de la clase media característica de la República Argentina.

         En líneas generales, estos trabajadores ingresaron en esta fuente laboral entre las décadas del setenta y del ochenta no así en la década del noventa. Analizando los datos obtenidos, la mayoría de ellos lo hicieron durante el “Proceso de Organización Nacional” llevado a cabo entre 1976 y 1983.

         En término medio, estos sujetos tenían veinticuatro años de edad. Es notable el hecho que las personas ingresadas en los años setenta, los requisitos que el gobierno les solicitaba como condición para trabajar era el primario completo, además se les pedía certificado de buena conducta, dos avales o garantías de personas notables clientes del banco, partida de nacimiento, acta de matrimonio en caso de ser casado y si habían hijos, partida de nacimiento. Mientras que aquellos que lo hicieron en la década del ochenta les exigieron tener por lo menos el secundario completo. En este último grupo se observó que además poseer título de Perito Mercantil tenían otras capacitaciones anexas como, maestro de enseñanza básica, martillero público, oficial de justicia etc. En todos los casos era obligatorio rendir examen para ingresar al trabajo.

         Teniendo en cuenta  a la población seleccionada para este trabajo, como promedio de superación de sus funciones en forma permanente y sin interrupciones por 21 años, hasta el momento que se quedaron sin su fuente laboral en alguna de estas instituciones.

         Al comienzo de este material presentado citamos las palabras de Luis Alberto Romero donde explica que uno de los proyectos presentados al Congreso durante la Presidencia de Carlos Menem la  Ley  de Emergencia Económica  y de Flexibilización Laboral y en este caso todos los entrevistados sufrieron la aplicación de estas medidas desde el noventa y dos en adelante. Al comienzo el cien por ciento de los bancarios se les ofreció el retiro voluntario, de los cuales sólo el 42% accedió en forma inmediata, creyendo que en la calle las condiciones y los recursos serían más ventajosos. De esto solamente el 14% manifestó que no fueron objeto de presión por parte de las autoridades, es más, expresaron que los mismos jefes les sugerían no acceder al retiro voluntario, mientras que el otro 28% expresó tener que acogerse a ese beneficio, pues la presión psicológica y el contexto de la época los colocaban ante un callejón sin salida, donde el irse  bajo esas condiciones era perder algo, para no perderlo todo, ya que el futuro que se avecinaba no es nada prometedor para las personas de más de 40 años que a la sazón ya eran “viejas” para el mercado laboral.

         El 52% de los sujetos fueron dejados sin trabajo a la fuerza e indemnizados según marcaba la ley. El 100% explicó que Monetta, comprador de los bancos no adeudó ni un centavo a ninguno de los extrabajadores, mencionan que él cumplió con todas las pautas que el gobierno de la época de Bordón y Arturo Lafalla le estipuló.    Advirtieron que la culpa no fue del comprador de las entidades bancarias  sino que aprovechó una oportunidad espectacular y un negocio redondo, más bien los responsables en definitiva fueron los gobernadores de ese momento que privatizaron y manejaron a voluntad los dineros de la indemnizaciones de los trabajadores bancarios.

         Expresamente se les indagó qué opinaban de la Reforma Laboral y todos acordaron que fue una transacción política con buena intención  pero sólo cumplió con una parte de los objetivos propuestos. El 14% manifestó estar de acuerdo porque las decisiones a las que hay que acostumbrarse mientras que el 86% la calificó de “desastre”, “perjudicial”, “homicida” (porque las estadísticas mostraban un alto número de empleados que se suicidaron y un gran porcentaje se enfermó de stress, depresión, y otros trastornos emocionales relacionados con la incertidumbre, ansiedad, etc)

         Es más uno de los sujetos a quines intentamos entrevistar, cuando lo visitamos dijo estas textuales palabras: “no quiero ni hablar de eso… hasta el día de hoy me amargo… no quiero ni pensar en lo que pasó… porque a mí me echaron como un perro…”

         Obviamente no pudimos acceder a él como fuente de información pero de por sí lo que expresó revela datos en sí mismo.

         Expresamente se solicitó que describieran cómo era la calidad de vida antes y después de quedarse sin empleo en algunos de estos dos bancos estatales y los resultados fueron los siguientes: El 28% explicó que no hubo un cambio sustancial en su vida debido a que aunque ya no trabajaban en el Banco de Previsión y Mendoza, continuaron desempeñando funciones similares en otras instituciones financieras como el Credicoop, HSBC, Bank, etc. El 72% restante explicó con cierto tono de nostalgia que era un trabajo muy bien catalogado, con un ingreso económico muy bueno, con ventajas laborales que hacían sobresalir a los integrantes de la  entidad más allá de la escala de autoridad  es decir ya fuesen gerentes, contadores o personal de menor rango o jerarquía.

         El empleado bancario era un agente más del estado pero socialmente daba status, con posibilidades de ascensos sin tope y aumento retributivo de los ingresos. Poseían excelentes beneficios como préstamos, regalos extras que generalmente se repartían entre los compañeros. Disfrutaban de una estructura social con dinámica propia y un poder adquisitivo real que los hacía envidiables dentro del contexto de la época. Luego del retiro voluntario o del despido forzoso todos expresaron que fue traumático, duro por cuento estaban acostumbrados a lo que anteriormente mencionamos. Fue un golpe sin “nada”, muchos no pudieron sobreponerse a ese cambio de estilo de vida y les sucedió lo que mencionamos antes; intentos de suicidios, enfermedades estresantes cuyas situaciones muy difíciles llevaron a enfrentar desafíos sociales porque algunos ya tenían una cierta edad en la que el mercado laboral de la época no los contenía.

         Un solo encuestado expresó como “caos” personal porque lo arrastró a una situación de destrucción de vínculos familiares inclusive.

         Actualmente sólo el 28% ha continuado desempeñando funciones en otros bancos como anteriormente se puntualizó, pero el 72% cambió de fuente laboral. El 14% es independiente (manejan taxi-flet, tienen quioscos, agencias de quiniela etc) el otro 14% trabaja en el estado, pero en otras instituciones como en el municipio. El otro 14% trabaja en relación de dependencia con empresarios locales en el sector administrativo-contable etc.  El 30% son comerciantes  que invirtieron con el dinero otorgado por los retiros voluntarios y son dueños de agencias de autos,  propietarios de agencia de quiniela o han adquirido predios en lugares turísticos instalando camping y balnearios.

 

 LA OBRA SOCIAL BANCARIA

 

            Los ex empleados estaban orgullosos de su obra social era una entidad que prestaba los mejores servicios tanto médico como sociales la consideraban la mejor. Gracias a su proveeduría los empleados accedían a compras de diversa índole como mercaderías y electrodomésticos de muy bajo costo con la ventaja de que el importe se les descontaba de los bonos de sueldo y en cuotas. Cuando se privatizan los bancos el gremio se apoderó de la obra social y según manifiestan los encuestados se transformó en un “desastre” porque se “robaron todo”.

 

EL PAPEL DEL GREMIO BANCARIO

           

            A ambos grupos, tanto a los que siguieron como bancarios como al resto se les preguntó sin ambigüedades si se unieron para defender su fuente laboral y qué hizo el gremio en su defensa. Estas fueron algunas respuestas:

         . El gremio no defendió a nadie; Zanola, el Secretario General de la Asociación Bancaria desde hace 30 años se ha enriquecido de tal forma que ha comprado el Banco de Jujuy con otro nombre.

         . Hicieron acuerdos con la parte patronal y el gremio, los gobiernos de Bordón, Gabrielli y Lafalla bajo la presidencia de Menem que fueron corruptos, siempre en contra del trabajador.

         . Se acordó la fusión de los dos bancos para privatizarlos porque de otra forma no era posible que los gremios lo permitieran fácilmente..

         . Cada uno defendía su fuente laboral con lo  que les pedía el banco.

         . Los que quedamos para mantener nuestra fuente de trabajo debimos aceptar prestar servicios lejos de nuestro radio de habitabilidad y los que no aceptaron debieron ir lo mismo, porque el gremio no los defendió permitiendo esta situación.

         . Siguieron la política de Perón: “divide y vencerás”, sólo quedó Zanola en  Buenos Aires.

         . Los que no eran afiliados al Gremio fueron los primeros en ser despedidos e indemnizados.

         . El gremio trató de contener a los empleados, no tuvieron presiones.

         . Los empleados no nos unimos entre sí, sólo se unían los gremialistas en provecho propio.

         . “Palazzo nos vendió”. A ellos (los gremialistas) la reforma les sirvió porque no los podían sacar al ser muy cara la indemnización, sacaban a los que trabajaban y eso sí era barato porque no les interesaba hacer paros o pertenecer a los gremialistas.

         . Luego se conversó con algunos de los trabajadores  que se quedaron desempeñando funciones pero en otras instituciones y mencionaron que antes de pertenecer a otro banco fueron trasladados a otras sucursales, entre ellas a Tupungato, La Consulta, San Martín etc. Y muy pocos se quedaron en Tunuyán, muchos de ellos viajaron por años. Algunos de los empleados opinan que fue una “táctica” para tratar de cansarlos y por voluntad propia terminaban renunciando.

         Muy interesante fue el comentario de un sujeto que explicó el motivo por el cual el nuevo banco “Credicoop” lo absorbió. “yo me quedé porque no le tenía miedo a la caja, a la plata, al que trabajaba en ese tiempo en la tesorería no lo despedían porque es muy difícil hacer o formar a alguien para tesorero, antes de eso me trasladaron por 8 años a otro departamento”. Para quedar tuvieron que rendir examen psicológico, de conocimientos por rubros y pasando toda esa prueba quedaban.

A continuación transcribiremos algunos comentarios textuales de interés que es necesario tener en cuenta.

 

*“...A Monetta  no lo creo un delincuente, pienso que necesitaba blanquear plata, el corrupto fue el Gobierno...”

* “... Desde 1983 el Banco se politizó, venían de arriba los préstamos a favor de algunos clientes, traían “tarjetas” (recomendaciones), declaración de bienes realizadas por contadores que deberían estar presos....”

* “...Parte del banco quedó en manos de particulares, los edificios se vendieron a precios irrisorios, los delincuentes fueron los que hicieron el negocio, Monetta dejó la plata depositada para pagar a los empleados (hoy ex – empleados) y el gobierno tiene el dinero frenado. Él  pagó hasta el último peso..... sólo quedaron los gremialistas...”.

* “... El 70% de la cartera de clientes en mora del Banco de Mendoza era del Valle de Uco, se dio un crédito de 2 millones de dólares y sin respaldo...”

* “...La perdición fue la parte política desde 1983...”

* “ A partir del año 1990, se produce la privatización de los Bancos oficiales (Mendoza y Previsión) este paso tuvo un interés malicioso, por cuanto se aducía que producían pérdidas, cuando no era así. Fue un escandaloso fraude, se vendió al famoso Sr. Monetta en la irrisoria suma de treinta millones de dólares al uno por uno, puedo citar que de el Banco de Previsión Social contaba con una casa matriz de cuatro pisos y terrazas más sucursales en todos los Departamentos y en Buenos Aires, lo que hacía un total de catorce, a esto hay que agregar moblajes, rodados etc, es decir cada edificio estaba completo. Y el Banco de Mendoza contaba con mayor cantidad, las que oscilaban en aproximadamente treinta y cinco, con iguales condiciones de venta. Se debe tener en cuenta que ambas instituciones  se situaban en lugares céntricos donde se valorizaban más su edificios. En resumen, fue un sucio negociado.”

* “...Yo estoy conforme con mi lugar de trabajo hoy en día, porque los dueños de mi banco son exigentes, te presionan pero te favorecen en lo que necesités. A los empleados nos dan la ropa, camisas, corbatas, tipo uniforme, en fin de todo tipo. Son de distribuir las ganancias  entre el personal de la Sucursal. Si te solicitan que abramos cuentas corrientes, plazos fijos etc y cumplimos, nos dan regalos, esto lo hacen trimestralmente. Hoy tenemos buen sueldo( no dijo cuánto ganaba), además de los ticket;  eso sí no les robes porque te echan como a un perro. ...”.

* “...Aunque estoy conforme con mi trabajo, me doy cuenta que los bancos han cambiado mucho con respecto a mis primeros años, antes no teníamos presiones por la venta, pero uno se acostumbra a esa presión y lo tomo como algo normal...”.

* “...Se extraña el trabajo, en el banco tenías reglas....”.

* “... para clarificar que la venta de los Bancos oficiales (Mza y Prev. Social) fue un escándalo, está a la vista porque nuevamente hay un proyecto impulsado por otra camada política, que impulsa la creación de un Banco oficial para Mza. La era más nefasta que conoce la Argentina ha sido la conducción Justicialista, y puntualmente la era de Menem, por consiguiente en nuestra ciudad, con la misma conducción (Bordón Gabrielli, Lafalla) ha sido un caos total, recuerde que las empresas del Estado se privatizaron en su totalidad y hoy se promueve volver a comprarlas . Ej. Ferrocarriles, Telef. Argentina. OSM, Agua y Energía, Gas del Estado, etc. Está demostrado en este país que tiene que tiene que haber una conducción tipo dictadura, una mano dura que elimine la corrupción de raíz. Tenemos toda clase de corrupción: Gremial, Judicial, policial, política, en otros países se castiga rápidamente a los que hacen actos o hechos como los que vemos a diario, corrupción en las escuelas, programas de TV y radio que motivan un libertinaje sin escrúpulos, falta de una cultura y una pérdida de respeto al prójimo, una brecha enorme de los que más tienen con los que están en la indigencia, así nos va, aunque está escrito que esto tiene que pasar, al menos podríamos hacerle  más fácil a Dios cuando diga basta...”

 

 

 

 

 

 

 

 


CONCLUSIONES

 

            La década del noventa para la República Argentina fue de pleno auge y coronación de un programa neoliberal llevado a cabo por Menem, se produjo un fenomenal achicamiento del Estado en lo  económico, se controló la inflación, se ganó confianza internacional para invertir en Argentina, pero se produjo una feroz desproporción en la distribución de la riqueza, lo que acabó en un aumento de la pobreza, un índice de desempleo alarmante, y un perjuicio social que marcó un antes y un después en la Historia Argentina.

         En nuestra provincia las repercusiones no se hicieron esperar porque también  los Gobiernos de Bordón, Gabrielli y Lafalla no cumplieron sus promesas electorales y privatizaron en nombre del famoso Pacto Federal las empresas de servicios que manejaba desde hacía mucho tiempo el Estado mendocino. Los bancos oficiales no fueron la excepción.

         En Tunuyán las decisiones por supuesto de tomaron desde el Gobierno Provincial con una ley de privatización que sólo fue votada por el oficialismo, logrando el quórum necesario con el voto del Partido Demócrata.

         Por ello es que creemos que este humilde trabajo aportará  un poco de claridad e interés si comenzamos a preguntarnos qué pasó desde el lugar donde vivimos, es decir con los ex – empleados de las Sucursales del Banco de Previsión Social y del Mendoza de Tunuyán.

         Las entrevistas efectuadas a los ex empleados de los Bancos de Previsión Social y Mendoza revelaron que han quedado como impronta en el inconsciente colectivo de sujetos de la localidad, aunque las opiniones y vivencias son muy variadas, sí logramos percibir que en  el cien por ciento de los casos extrañan ese lazo, vínculo aglutinante o como se le llame que los hacía dignos de pertenecer a la institución bancaria, esta situación trascendía lo económico.

         Por último, queda a partir de este trabajo la posibilidad de continuar investigando cuáles fueron las consecuencias económicas para la zona y qué se modificó con estas medidas de corte neoliberal en el Departamento.

 

 

 

           

         

 


BIBLIOGRAFÍA

 

Internet www.definicion.org/trabajo 27/11/2008

Océano Color Diccionario Enciclopédico Universal Edición 1994 Tomo 6 Pág. Trabucar col. 2

Romero, Luis A. “Breve historia contemporánea de la Argentina” P.p. 269-276 Fondo de Cultura Económica Segunda Edición Año 2001

 


ÍNDICE

 

        INVESTIGACIÓN……………………p.1

 

        JUSTIFICACIÓN…………………….p.2

 

        OBJETIVOS…………………………..p.3

 

        MARCO TEÓRICO………………….p.4

 

                Trabajo Definición……………....p.5

                Contexto Sociohistórico…………p.6

 

        DESARROLLO……………………….p.7

 

        LA OBRA SOCIAL BANCARIA…...p.9

         EL PAPEL DEL

        GREMIO BANCARIO……………….p.10

 

      CONCLUSIONES…………………….p.13

 

1 comentario

DANIEL OSCAR CANOVAS -

NOS TRATARON COMO BASURA, NOS HECHARON COMO DELINCUENTES. NOS OLVIDARON COMO SI NADA.TODO SE PAGA EN ESTA VIDA, NO EN OTRA
ALGUN DIA SE HARA JUSTICIA. POR LOS QUE ESTAN Y LOS QUE YA NO.